viernes, 23 de enero de 2015

Nos siguen robando... Pero “podemos” evitarlo



Dice Rajoy que la crisis es historia. Pero se recuperan los beneficios de grandes los grupos capitalistas, no nuestras condiciones de vida ni los derechos perdidos desde mayo de 2010.

 Uno de cada cuatro obreros cree muy o bastante probable perder su empleo en 2015. Acabó 2014 con 418.000 personas más en la Seguridad Social que en 2013, pero 455.000 menos que cuando Rajoy entró en La Moncloa. Con 4,5 millones de parados y con más precariedad (96 de cada 100 contratos registrados en diciembre eran temporales o a tiempo parcial).

 En 2014 los sueldos han seguido bajando y muchas veces no cubren el mínimo vital. 750.000 hogares sin ingresos y casi el doble con todos sus miembros en paro. Las horas extras no pagadas en un año equivalen a 85.000 empleos a jornada completa.

Un(a) de cada tres niñ(a)s está en riesgo de pobreza.  Más de un millón de cortes de luz  o agua; familias que pasan frío para no gastar. Personas mayores que no toman sus medicinas por no poder pagarlas. Las pensiones "suben" 1 euro por cada 400 y desde 2019 se aplicará otro recorte al importe de las nuevas pensiones. El salario mínimo, entre los más bajos de la UE, "sube" 3 euros. Están destrozando el Sistema Público de Salud. Muchos pequeños comercios se arruinan...

Y no es que "no haya". Quienes más tenían, ahora tienen más. En la UE sólo Letonia es más desigual que España.  Las élites económicas y políticas nos desprecian, explotan y roban para aumentar sus privilegios. Cada día sabemos más sobre su corrupción y sus sobresueldos. Algunos están en la cárcel, gracias a la presión social, pero la mayoría siguen impunes, como los de las tarjetas "opacas".

Sabemos que hay soluciones. En los barrios muchos colectivos vecinales han organizado el apoyo mutuo. Nos hemos unido en movilizaciones y protestas, que han dado fruto. Pero si los gobiernos siguen en manos de las élites de siempre, todo se hace más difícil.

 2015 es un año electoral y una oportunidad para empezar a constituir más democracia y más justicia. Ningún parlamento o gobierno hará milagros, pero nos irá mucho mejor si elegimos -y controlamos- a gente decente que esté de nuestra parte, no de parte de los ricos y poderosos. 2015 puede ser el año del cambio. Podemos ganar. ¿Lo hacemos?

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